Pabellón-Deportivo 0-0
¿¡Quién nos iba a decir antes de comenzar el partido que acabaría de esta forma, y sobretodo, que habría tanta igualdad en el juego!? A priori el Deportivo de La Coruña era claro favorito ya que se había mostrado hasta entonces intratable, quedando primero de grupo. Pero no, sorpresa, el marcador final fue fiel reflejo de los méritos de uno y otro equipo, y si la “lucha” se hubiera decidido por los puntos, probablemente habría pasado el Pabellón a la siguiente ronda. Fue la “lotería” (o eso dicen que es) de los penaltis la que decidió, donde se impuso el Depor, que anotó los tres lanzamientos, mientras el Pabellón marró uno. Ya sabemos el desenlace del encuentro, ahora toca describir con un poco más de detalle la épica "batalla" que ofrecieron ambos conjuntos, especialmente el Pabellón.
Sabían que el hombre clave del Depor era el pequeño gran delantero Javi Lorenzo (dorsal 9), y por ello tuvo una especial vigilancia que resultó productiva, ya que apenas disfrutó de oportunidades de gol –aunque alguna sí que fue capaz de crearse-. En parte también, porque no decirlo, por el excesivo conservadurismo del conjunto coruñés, que rara vez fue al ataque con más de tres futbolistas. Y de esta forma es muy complicado encontrar espacios. Los jugadores del Pabellón se defendieron como “jabatos” e incluso tuvieron dos ocasiones clarísimas de gol, ambas en la segunda mitad, y sacadas por un defensa deportivista casi en la línea de gol. El partido se jugó al ritmo que le interesaba al Pabellón, que apunto estuvo de dar la campanada. No pudo ser, pero cayeron con la cabeza bien alta, esperemos que en ¼ de final vuelva la versión del Depor que tanto gustó en la fase de grupos. Aunque es verdad, que parece, tienen una Lorenzo-dependencia.
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